mércores, 1 de abril de 2020

Jorge Sánchez | Licenciado en Ciencias do Mar | Stavanger

Jorge Sánchez Borque
Licenciatura en Ciencias do Mar (2007) | UVigo
Senior Geologist en Norwegian Petroleum Directorate (NPD) en Stavanger

En Noruega, los contagios empezaron más o menos a la vez que en España y en un principio se podían seguir hasta gente que había estado de viaje en el norte de Italia o Austria.

En cuanto hubo un par de casos en los que no se sabía bien de donde provenía el contagio, el gobierno decidió “cerrar” el país poco a poco. Empezaron prohibiendo eventos de mas de cien personas y lo fueron ajustando cada día. Se han cerrado muchos comercios por la situación, y muchos de ellos no volverán a abrir cuando esto pase. Hoy en día se pide a la gente que se queden en casa y no se puede estar en la calle en grupos de más de cinco personas (sin contar miembros de la familia). La situación está más o menos controlada.

En Noruega tenemos la suerte que la densidad de población no es muy alta y que las ciudades crecen en superficie y no en altura, por lo que hay un buen distanciamiento social de entrada y yo creo que esa es una de las razones por las que podemos salir a la calle y hacer cosas en el exterior. 

Los colegios, guarderías y universidades están cerradas, pero hay seguimiento de los docentes a los niños. Los colegios y guarderías tienen unos servicios sociales (no educativos) mínimos para aquellos niños que tienen a los padres (los dos) trabajando en los llamados servicios esenciales (hospitales, alimentación, etc). Este no es mi caso, así que en casa tenemos, además de mi trabajo, guardería, colegio y un bebé.

El NPD (Norwegian Petroleum Directorate) está organizado de tal manera que casi todo el trabajo se puede hacer desde casa. Solamente una serie de servicios mínimos, como el departamento de IT o aquellos geólogos que interpretan sísmica a diario pueden ir a la oficina, siempre que se respeten una serie de normas, como que no puede haber más de personas en las salas comunes o estableciendo rotación de personal. Cada semana cambian quien puede ir a la oficina y quien se queda en casa. Todo el mundo tiene asumido que esta situación va a seguir más allá de Semana Santa, que es la fecha que nos han dado los políticos.

Ahora que se acerca la Semana Santa y es muy popular ir a cabañas en la montaña a esquiar, el gobierno ha prohibido ir a éstas para evitar que municipios pequeños se vean sobrepasados por la cantidad de gente. 

En general, se pide sentido común y buena higiene. Una cosa que me está llamando la atención es la cantidad de anuncios que hay en la televisión donde se pide que gente con educación sanitaria (médicos, enfermeros, etc.) se inscriban en una bolsa de trabajo, para poder ayudar si es necesario

Otra cosa, el hospital de Oslo ha empezado un proyecto para estudiar los hábitos de los noruegos en reuniones y transporte para intentar entender cómo se contagia el virus. A la vez que se intenta ver la cantidad de contagiados asintomáticos que hay. En los hospitales solo se hace test a médicos con síntomas y enfermos ingresados. 

A Noruega, además del Covid-19, le ha afectado muchísimo la bajada de precio del petróleo ya que mucha de la actividad del país depende de este. A la vez, las exportaciones de salmón van muy bien.

Ana Carracelas | Licenciada en Filoloxía Hispánica | Baixa Saxonia

Ana Carracelas Estévez
Licenciatura en Filoloxía Hispánica (2004) | UVigo
Vive e traballa part time como coidadora de nenos nun colexio e como profesora de español na Universidade Popular (VHS) na Baixa Saxonia

Mediante esta breve crónica quiero describir mi vivencia personal de la situación del COVID-19 en la región de Baja Sajonia (Alemania), ya que no todas las medidas se aplican en todas las zonas. Mientras en el estado federado de Bayern y en el de Baden-Württemberg hay un confinamiento total, al igual que en España o Italia, en el resto del país no.

Desde el pasado 16 de marzo permanecen cerrados todos los centros escolares, así como universidades, escuelas de formación profesional e incluso las guarderías. 

Los medios de transporte también se vieron afectados y se redujo tanto el horario de los autobuses como el de los trenes. Así como se impulsa el uso del vehículo propio para desplazarse al centro de trabajo.

En cuanto al sistema sanitario también se implementaron nuevos protocolos. Por un lado se suspenden pruebas y citas que no son urgentes y por otro lado, se realizan más trámites telefónicamente como la baja por un resfriado, por ejemplo.

El ocio se ha restringido bastante. Hoteles, restaurantes (excepto servicio a domicilio), cines, teatros y centros deportivos permanecen cerrados. Así mismo fueron cancelados todos los eventos y fiestas.

En el sector laboral también se han adoptado diversas medidas. Por un lado, se ha implementado el teletrabajo, por otro, se adaptan las jornadas laborales en función de la carga de trabajo y, debido al descenso de la producción en algunos de los sectores, las empresas aplican el Kurzarbeit (el gobierno paga el 60% ó el 67% del salario de las horas no trabajadas) para evitar el cierre de las mismas. 

La forma de comprar ya cambió radicalmente en febrero, donde, algunos por temor a caer enfermos y no poder salir de casa, y otros por el miedo, comenzaron a realizar Hamsterkäufer (compra de productos básicos) y así fueron desapareciendo de las estanterías la harina, la pasta, la sopa, los precocinados y un clásico de esta era; el papel higiénico.

Muchos se preguntan cuáles son las claves de la baja mortalidad (de momento) en el país, desgraciadamente no las conozco, pero una puede ser su gran capacidad de analizar muestras y la brevedad con la que dan los resultados. O quizás la cuarentena preventiva en caso de estar en contacto con alguien infectado. O tal vez el clima (aquí la primavera no se dejó sentir muchos días todavía y de momento la gente pasa mucho tiempo en sus hogares). O que hay más medios sanitarios (más hospitales, camas y UCIS), no obstante, al igual que en otros países, también hay falta de personal sanitario para paliar la situación. 

La economía se ralentiza cada día un poco más, pero la vida continúa y se abre paso, incluso en estos momentos de incertidumbre.