xoves, 26 de marzo de 2020

María J. Moldes | Diplomada en Educación Infantil | Reino Unido

María J. Moldes
Diplomatura de Mestre/a en Educación Infantil (1998) | UVigo
Mestra de alumnos/as TEA nun colexio de primaria


O peche de colexios no Reino Unido
A decisión do primeiro-ministro de pechar todos os colexios (pero con excepcións) o pasado venres día 20 de marzo ata novo aviso, é moi preocupante para todos os mestres/as e demais persoal e, por suposto, tamén para pais e o resto da poboación.

A mensaxe non foi nada clara, e cada colexio tomouna de xeito moi distinto. As portas dos colexios pechan, pero fillos e fillas dos chamados key workers (unha lista moi longa de profesionais e outros traballadores como persoal sanitario, traballadores de supermercados, persoal de educación...) poden seguir indo, para que os seus pais poidan ir traballar para combater o COVID-19. Ademais destes nenos, tamén nenos/as considerados/as de risco poden seguir indo ó colexio.

Por unha parte, temos pais de alumnos/as vulnerables que non entenden a información dada polo goberno que di que os pais deben deixar os fillos/as na casa para evitar o contaxio e a propagación. E, por outra banda, a incompetencia dos directivos dos colexios que non saben como levar a cabo esta tarefa tan difícil de organizar, sen un guía e sen tempo real para poñer en marcha medidas eficaces. Os centros escolares pechan o venres e abren de novo o luns, pero nunhas circunstancias moi diferentes.

O exemplo do meu colexio deixa moito que desexar, xa que non cumprimos coas normas de distanciamento ditadas polo goberno que, en teoría, son obrigatorias; poñendo en risco a profesionais, alumnos/as e, consecuentemente, as súas familias e ao resto da poboación, xa que a propagación do virus continúa.

Esta situación é moi preocupante para todos, pero pode ser aínda máis para aqueles que están en contacto con familiares noutros países (que están pasando polo mesmo) e, polo tanto, son coñecedores da aprobación e posta en práctica doutras medidas . 

Panorama xeral
A xente aínda non está tomando a situación en serio, incluído o goberno. Non se están respectando as medidas necesarias para parar o virus. 

O primeiro-ministro deu a mensaxe de “quedade na casa” pero sen tomar ningunhas medidas para facelo posible. En consecuencia, no día a día, a xente segue saíndo á rúa, indo traballar, collendo medios de transporte e, como dixemos antes, algúns colexios seguen coas portas abertas para algúns alumnos... 

Pese a que se aprobou outra nova lei que especifica que sitios públicos, bares e restaurantes deben pechar as súas portas, a poboación non parece reaccionar. A non ser esa xente, en estado de pánico que, de forma moi egoísta, vai comprar alimentos en cantidades desmesuradas, deixando á xente que vive ao día sen suficiente produtos básicos, incluídos comida. Este é o caso dos pensionistas que cobran unha vez á semana; da xente con poucos recursos económicos e que depende das axudas do goberno ou, mesmamente, xente que ten coidadores unha vez á semana para facerlle a compra, entre outros casos.

En fin, unha confusión total en todos os sensos posibles. Ademais as cousas seguen cambiando cada día.

Pablo Lores | Licenciado en Química | Berlín

Licenciatura en Química (2011) | UVigo
Doutor en Química Analítica na Universidade Humboldt (Berlín)
Científico nunha empresa do sector biotecnolóxico en Berlín
La situación en Alemania es bastante más relajada que en España. Las medidas que ha tomado el gobierno alemán son mucho más laxas que las del gobierno español. El confinamiento es mayormente voluntario. Sin embargo, se han prohibido las reuniones de más de dos personas que no sean familia o convivan en un mismo lugar. Han cerrado la mayor parte de tiendas y las que permanecen abiertas, principalmente supermercados, farmacias, tiendas de animales y ferreterías han puesto en marcha medidas para mantener a la gente separada dentro de los establecimientos, como, por ejemplo, han pintado marcas en el suelo para establecer la distancia mínima, han levantado protectores de plástico para los trabajadores y han prohibido el pago en efectivo. La gente sigue al pie de la letra las medidas, son casos muy excepcionales de gente que no sigue las indicaciones.

En cuanto al trabajo, desde muy temprano las empresas se han adherido a programas de teletrabajo. Es muy común el teletrabajo en Alemania y simplemente se han aumentado los programas en aquellas empresas en las que es posible. En las empresas en las que no es posible y han visto su situación económica afectada se ha llevado a cabo el Kurtzarbeit (50 % del salario por cero actividad o 75 % del salario por media jornada).

No se debería comparar un país con el otro. No son las medidas por sí solas, sino el conjunto de las medidas con la situación social y económica de un país. Los números reales de la pandemia no los veremos hasta dentro de muchos meses. Alemania se está preparando para las condiciones extremas pero la capacidad no se ha viso sobresaturada de momento.

Roque Campos | Enxeñeiro Técnico en Informática de Xestión | Leverkusen

Enxeñaría Técnica en Informática de Xestión (2005) | UVigo
Full Stack Developer en Leverkusen (Renania do N.-Westfalia)


Yo trabajo como full stack developer en Unique-Conceptions GmbH, una empresa IT de Leverkusen. En mi sector se aprecia una capacidad de adaptación excelente a la situación actual: ahora usamos de forma más intensiva herramientas como el teletrabajo, o las reuniones con clientes por videoconferencia. Muchos de ellos, se han visto obligados a ralentizar o parar su actividad y aprovechan este periodo para invertir y solucionar problemas tecnológicos. Su idea es aprovechar el parón para prepararse y volver al mercado con más fuerza y nuevas herramientas. Nuestra carga de trabajo es mayor que nunca.  Otro tipo de negocios no han tenido tanta suerte, empresas de hostelería y ocio, se han visto obligados a parar su actividad completamente. 

En lo personal, nuestra sensación subjetiva es que la situación no es tan dramática como en España. Si bien el número de contagiados es similar, pensar que la población en Alemania es casi el doble de la española parece suavizar el significado de las cifras.

Lo que resulta llamativo es el número de fallecidos tan bajo aquí. Esto da que pensar, pues la edad media de la población es similar. Parece que de momento el virus no ha golpeado a los ancianos y puestos a especular, nos da la sensación de que Alemania se tomó más en serio la amenaza y adoptó medidas antes y de manera más efectiva.

Como anécdota, puedo relatar la secuencia de acontecimientos en la residencia de ancianos en la que trabaja mi mujer: cuando después de Carnaval se detectaron los primeros casos en Renania del Norte-Westfalia, el centro extremó aún más, las ya de por sí estrictas, medidas de higiene. Se anunció la prohibición de visitas a partir del 13 de marzo, con dos semanas de margen para las últimas visitas. Curiosamente, este anuncio no supuso un efecto llamada. En general los familiares actuaron de manera preventiva, y no usaron este margen para visitar a sus ancianos. También los trabajadores de los centros, a pesar de que la amenaza era vaga e imprecisa, adoptaron medidas de distanciamiento social.

Nos da la sensación de que la actitud de la población aquí ha sido muy responsable siguiendo las recomendaciones de distanciamiento social. Recordemos que a fecha de hoy aún no hay una obligación de confinamiento, y se puede pasear incluso por parejas o practicar deporte al aire libre. Salvo excepciones puntuales, la población cumple las normas, sin necesidad de presencia policial, sin éxodos entre provincias, sin atascos a las salidas de las urbes los fines de semana.

Las noticias que llegaron de España sobre el comportamiento de la sociedad en los primeros días del estado de alarma no reflejaban este civismo, aunque queremos creer que es una imagen distorsionada producto de la exageración de los medios de comunicación.

Termino confiando en la responsabilidad individual de cada uno para tener paciencia, disciplina y mantener el distanciamiento social mientras dure la epidemia. Es lo que nos protege a todos y especialmente a los más débiles.