xoves, 26 de marzo de 2020

Roque Campos | Enxeñeiro Técnico en Informática de Xestión | Leverkusen

Enxeñaría Técnica en Informática de Xestión (2005) | UVigo
Full Stack Developer en Leverkusen (Renania do N.-Westfalia)


Yo trabajo como full stack developer en Unique-Conceptions GmbH, una empresa IT de Leverkusen. En mi sector se aprecia una capacidad de adaptación excelente a la situación actual: ahora usamos de forma más intensiva herramientas como el teletrabajo, o las reuniones con clientes por videoconferencia. Muchos de ellos, se han visto obligados a ralentizar o parar su actividad y aprovechan este periodo para invertir y solucionar problemas tecnológicos. Su idea es aprovechar el parón para prepararse y volver al mercado con más fuerza y nuevas herramientas. Nuestra carga de trabajo es mayor que nunca.  Otro tipo de negocios no han tenido tanta suerte, empresas de hostelería y ocio, se han visto obligados a parar su actividad completamente. 

En lo personal, nuestra sensación subjetiva es que la situación no es tan dramática como en España. Si bien el número de contagiados es similar, pensar que la población en Alemania es casi el doble de la española parece suavizar el significado de las cifras.

Lo que resulta llamativo es el número de fallecidos tan bajo aquí. Esto da que pensar, pues la edad media de la población es similar. Parece que de momento el virus no ha golpeado a los ancianos y puestos a especular, nos da la sensación de que Alemania se tomó más en serio la amenaza y adoptó medidas antes y de manera más efectiva.

Como anécdota, puedo relatar la secuencia de acontecimientos en la residencia de ancianos en la que trabaja mi mujer: cuando después de Carnaval se detectaron los primeros casos en Renania del Norte-Westfalia, el centro extremó aún más, las ya de por sí estrictas, medidas de higiene. Se anunció la prohibición de visitas a partir del 13 de marzo, con dos semanas de margen para las últimas visitas. Curiosamente, este anuncio no supuso un efecto llamada. En general los familiares actuaron de manera preventiva, y no usaron este margen para visitar a sus ancianos. También los trabajadores de los centros, a pesar de que la amenaza era vaga e imprecisa, adoptaron medidas de distanciamiento social.

Nos da la sensación de que la actitud de la población aquí ha sido muy responsable siguiendo las recomendaciones de distanciamiento social. Recordemos que a fecha de hoy aún no hay una obligación de confinamiento, y se puede pasear incluso por parejas o practicar deporte al aire libre. Salvo excepciones puntuales, la población cumple las normas, sin necesidad de presencia policial, sin éxodos entre provincias, sin atascos a las salidas de las urbes los fines de semana.

Las noticias que llegaron de España sobre el comportamiento de la sociedad en los primeros días del estado de alarma no reflejaban este civismo, aunque queremos creer que es una imagen distorsionada producto de la exageración de los medios de comunicación.

Termino confiando en la responsabilidad individual de cada uno para tener paciencia, disciplina y mantener el distanciamiento social mientras dure la epidemia. Es lo que nos protege a todos y especialmente a los más débiles.

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