mércores, 25 de marzo de 2020

Guillermo Suárez | Licenciado en Física | Munique

Guillermo Suárez
Licenciatura en Física (2013) | UVigo
PostDoc no Instituto Max Planck para a física do Plasma (Munich)

La situación actual en Alemania, más concretamente en Múnich, donde yo resido, es similar a la de España en muchos sentidos. Las noticias de los periódicos alemanes reflejan diariamente el preocupante aumento de personas infectadas por el COVID-19. Se han tomado varias medidas de distanciamiento social: se han cerrado bares y restaurantes, excepto pedidos de comida a domicilio, se ha pedido a la población que salga de casa lo menos posible, y que eviten las reuniones. En el Instituto Max Planck, donde yo trabajo como PostDoc, se ha pedido que todos aquellos que puedan teletrabajar lo hagan durante un mes de duración, como mínimo. Para aquellos trabajos donde no es posible teletrabajar, como operadores y técnicos de laboratorio, se ha pedido que éstos lo hagan manteniendo la distancia con el resto de sus compañeros. Las reuniones de trabajo se tienen que realizar por videoconferencia y la cantina donde se sirven comidas se ha cerrado hasta nuevo aviso.

Todas las conferencias científicas en otros países fueron progresivamente canceladas y tampoco es posible hospedar investigadores de otras instituciones. Todas estas medidas fueron adoptadas paulatinamente y endurecidas a medida que la enfermedad se propagaba más y el Gobierno central de Baviera endurecía las medidas.

La razón por la que el número de fallecidos en Alemania es mucho más bajo que en España es para mí aún un misterio. Sin embargo, los datos de la seguridad social quizá puedan arrojar algo de luz. Alemania tiene en hospitales tres veces más camas por cada 1000 habitantes que España, lo cual hace que su sistema sanitario sea mucho más fuerte y que se pueda prevenir en mayor medida el número de fallecimientos. Por otro lado, también hay que considerar que no sólo la mortandad es más baja hasta ahora, el número de infectados ponderados a la población de Alemania es más bajo que en España (actualmente unas 34.000 personas infectadas en Alemania que tiene 83 millones de habitantes vs. unos 47.000 en España con 47 millones de habitantes). A pesar de que existe ya una llamada por parte de las autoridades a realizar confinamiento en casa, no he apreciado ningún intento por no obedecer dicha llamada. Quizá es ese civismo, la falta de picaresca, la que hace que los contagios se mantengan más a raya. Otro componente es el hecho de que muchas ciudades Alemanas se expanden en superficie, y no en altura, por lo que la densidad de población tiende a ser más baja. Según Wikipedia, Múnich tiene una densidad de población de 1500 hab/km2, mientras que en Madrid es de más de 5000 hab/km2. De todos modos, estas son sólo ideas, y yo no soy un experto ni en virología ni en demografía.
Hay, sin embargo, muchas similitudes. Los supermercados flaquean en algunos productos de primera necesidad, como papel higiénico, pasta o legumbres. A pesar de ello, no he apreciado colas en los supermercados, como ha sucedido en algunas ciudades españolas.

La gente mantiene un cordón invisible de seguridad alrededor de otros, tanto en la calle como en los sitios cerrados, aunque en general esto ya sucedía antes de la pandemia. En Alemania se tiende a respetar más el espacio personal de cada uno. Las personas mayores llevan guantes y mascarillas cuando hacen la compra, pero paradójicamente los trabajadores de supermercado no lo hacen.

Resumiendo, la situación es de alarma, y las razones específicas que expliquen el menor número de fallecidos deberán ser estudiadas por expertos. Aunque esta situación puede evolucionar de forma distinta en el futuro. Yo me he limitado a dar mis ideas y observaciones basándome en la situación actual, a 25 de marzo de 2020. Me sorprendería, sin embargo, que alguno(s) de los factores mencionados no fueran relevantes. 

El día a día transcurre con preocupación, pero sin exaltación. La vida sigue por ahora su transcurso.

Ningún comentario:

Publicar un comentario