luns, 13 de abril de 2020

Javier Caprarelli | MU en Tecnoloxías para a Protección do Patrimonio Cultural Inmoble | Buenos Aires

Mestrado Universitario en Tecnoloxías para a Protección do Patrimonio Cultural Inmoble (2011) | UVigo
Vive e traballa como Arquitecto en Buenos Aires

Luego de residir varios años en Galicia, entre Cangas de Morrazo y Pontevedra, desde 2013 vivo en Buenos Aires y desarrollé mi emprendimiento de diseño y fabricación de muebles e interiorismo.

Desde que comenzaron las noticias de la epidemia en China, paulatinamente fuimos informándonos del avance del virus y su primer impacto fuerte en Italia y luego en España. Argentina y América del Sur en general, tuvieron una ventaja que algunos gobiernos supieron aprovechar, y fue el retraso en la llegada del virus y las consecuencias que generó en Europa. Por ese motivo, acá se decretó el estado de cuarentena obligatoria nacional el 20 de marzo de manera estricta a pesar de los pocos casos mortales registrados hasta ese momento en el país.

Estas medidas generaron una buena respuesta en materia de salud, con 2250 casos y 95 muertes confirmadas a causa del COVID-19 al día de la fecha. Estos datos con su posible variabilidad a causa de las mediciones, son realmente positivos contando que Argentina cuenta con una urbanización como el Gran Buenos Aires que aglutina a aproximadamente 14 millones de personas y que pudiendo ser un gran foco de contagio, hasta el momento su sistema de salud tiene el 50% de sus camas disponibles.

Al mismo tiempo y lógicamente, estas decisiones de aislamiento también trajeron una incertidumbre enorme respecto de lo económico, más considerando que Argentina es un país con un nivel de pobreza considerable y en el que mucha gente trabaja en una economía sumergida e informal sin muchas alternativas.

Me comunico diariamente con mi familia en Galicia y acostumbramos a contrastar las distintas realidades y a acompañarnos en este momento de incertidumbre, veo el avance de la situación y espero realmente que pueda seguir evolucionando y el dilema entre priorizar lo ecónomico o el cuidado de la salud no perjudique el cuidado de la sociedad con la reactivación de la circulación social.

Actualmente aquí se exceptuaron algunos rubros que pueden empezar las actividades de manera restringida dentro de los cuales se encuentra mi trabajo con la madera, fabricación y diseño de mobiliario, pero todo avanza a paso de hormiga ya que en al actividad cotidiana para lograr procesar y entregar el producto terminado se entrecruzan muchos rubros que están inactivos. La actividad profesional que necesita movilizarse es realmente una incógnita.

Una incógnita que tenemos aquí respecto a esta situación inédita es que  al estar en el hemisferio sur, nos vamos a enfrentar a la pandemia en el comienzo de la etapa más fría del año, con todo lo que ello conlleva y esperamos que la respuesta del sistema de salud sea satisfactoria pero realmente no lo sabemos, más viendo ejemplos de sociedades con más recursos que colapsaron.

Espero que todo vaya mejor, nos recuperemos y fortalezcamos luego de tremenda experiencia.

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